viernes, 28 de febrero de 2014

DIALÉCTICA DE LO ABSTRACTO Y LO CONCRETO: RAJOY Y RUBALCABA




El enfrentamiento del presidente del Gobierno, señor Rajoy, y del líder del Partido  socialista, señor Pérez Rubalcaba, en el debate sobre el Estado de la Nación me ha traído a la mente dos evocaciones relacionadas con la cuestión de la dialéctica abstracto/concreto. Prescindiré de la primera, referida al materialismo dialéctico marxista (Marx hablaba del “ascenso de lo abstracto a lo concreto”) por su complicada aplicación al caso y difícil encaje en los estrechos márgenes de este artículo. Sí que me referiré a la segunda, que concierne a los principios que rigen el aprendizaje de los niños,  al modo como adquieren conocimiento, o lo “construyen” o se “apropian” de la realidad externa, dígase de una forma u otra.
No hay maestro que no sepa que el proceso enseñanza-aprendizaje debe basarse en principios metodológicos del siguiente tenor: partir de lo cercano y próximo a lo lejano y remoto; de lo particular para inducir lo general; de lo concreto para alcanzar lo abstracto. Antes que un alumno pueda comprender el abstracto “estructura”  habrá de familiarizarse con conceptos más cercanos como el de piedra o ladrillo. No significará  nada para él  la ciudad de Bogotá, si antes no ha elaborado la idea de su ciudad natal a través de su casa, su calle, su barrio. Será un ejercicio inútil hablarle de Wifredo el Belloso, si previamente no tiene noticia de la realidad actual de España y Cataluña. Adquirirá la certeza de que los hombres somos mortales tras experimentar que uno tras otro los hombres de su entorno van desapareciendo.
Estos principios metodológicos tienen su base en un axioma gnoseológico de la tradición aristotélico-tomista que reza así: nihil est in intellectu quod non prius fuerit in sensu. Es decir, el conocimiento de la realidad externa llega a la mente a través de los sentidos.
Sin embargo, frente al axioma anterior se alza su contrario: nihil est in sensu quod non prius fuerit in intellectu o, como expresó Berkeley, esse est percipi,  o sea, que lo que primero existe son las ideas y desde ellas se crea o configura la realidad, que lo concreto es un “producto” de lo abstracto.
Si el lector amable me permite una analogía atrevida, formularé la siguiente pregunta. ¿Dónde está la verdad científica: en los datos macroeconómicos de Rajoy (PIB, balanza comercial, prima de riesgo, deuda, etc.) o en la descripción microeconómica de Rubalcaba (carestía alimentaría, parados sin subsidio, familias sin ingreso alguno, desahucios, becarios en riesgo de abandonar los estudios, deficiencias sanitarias, dependientes abandonados a su suerte, incremento del número de pobres, aumento de la riqueza de los ricos, restricciones de los derechos individuales…) , datos éstos últimos concretos, individuales, particulares y próximos a las vivencias de los ciudadanos?  
Si la relación dialéctica abstracto/concreto, particular/ general,  próximo/ remoto es real, la respuesta deviene fácil: los dos contendientes tendrían razón parcial. El problema está en si los datos de la macroeconomía no son más que constructos, idealizaciones que nada tienen que ver con los indicadores del malestar ciudadano. El problema está en si el análisis de Rajoy peca de abstracionismo desconectado de las realidades cotidianas de los individuos concretos y particulares abandonados a su suerte. El problema está en si Rajoy vive en un país diferente al resto de los españoles. Y no cabe negar, por supuesto, que la perspectiva del análisis de Rubalcaba sería peligrosa si se limitase y engolfase a un concretismo y particularismo incapaces de alzarse a la consideración abstracta y general de la realidad..
La praxis del tiempo, pues, dirá si Rajoy y Rubalcaba desde sus perspectivas parciales completaban entre los dos la verdad de la realidad. El tiempo dirá si, después de doblar el cabo de Hornos, la tripulación y la mayor parte del pasaje, contusiones y desgarraduras al margen,  son capaces de seguir la navegación a la búsqueda de mejores horizontes. O si, por el contrario, los venideros días nos demuestran que durante la tormenta un tercio del pasaje fue arrojado a los tiburones, otro segundo tercio presa del escorbuto y la peste presenta un pronóstico reservado, mientras una minoría ha aprovechado las turbulencias de la borrasca para alimentar su codicia y cambiar leyes básicas de la convivencia para mantener sometidos a los supervivientes a unas condiciones cuasi esclavistas en lo laboral y económico y a unas disciplinas morales dictadas por seres de otro mundo.
Los alumnos que tienen dificultades con ciertas abstracciones académicas por causa de metodologías vacías de lo concreto y lo experiencial significativo, suelen hacerse díscolos y aun violentos, azote de los profesores. Si las abstracciones de Rajoy no acaban de repercutir beneficiosamente en la dramática situación de los ciudadanos, no será aventurado deducir que éstos pasen del mutismo a la protesta y de la protesta a la ira… ¿Es en previsión de la ira imprevisible por lo que el señor Rajoy va aprobar una ley de seguridad ciudadana?                                                                                                                                                                                              

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