lunes, 18 de noviembre de 2013

EL RENOVADO PROYECTO EDUCATIVO DEL PARTIDO SOCIALISTA (I)




Uno de los problemas de los partidos políticos de izquierdas  ─desafección ciudadana al margen─  consiste en la dificultad de hacer llegar a la sociedad lo que pretenden hacer (programa), lo que hacen, bien en el gobierno o bien en la oposición, y las circunstancias que determinaron los objetivos y limitaron los resultados obtenidos,  generalmente frustrantes.
En los mass media privados, que son empresas, la presencia de la derecha es hegemónica en última instancia, como parece obvio, en tanto que la izquierda se lamenta y se flagela contemplando impotente cómo se cumple la paradoja moderna de que cuanta más información hay circulando y disponible, más desinformación y más embotamiento se detecta en los ciudadanos. Debemos abrirnos a la sociedad, debemos esforzarnos más en transmitir nuestro mensaje…, expresiones de este tenor las he venido oyendo y leyendo de boca y letra de dirigentes, cuadros medios y bajos y militancia en general del PSOE hasta la saciedad. Pero ésta sigue siendo una cuestión que espera ser resuelta, como espera Sísifo éxito en su empeño de subir la piedra a la cima de la montaña. Es cuestión de paciencia ─la cultura se adquiere a fuego lento─, de que poco a poco los españoles nos vayamos recuperando de siglos de analfabetismo e incuria mental, del dogmatismo católico asfixiante de toda iniciativa científica o creativa, de la deseducación cívica…
El partido socialista acaba de celebrar una Conferencia Política en la que ha renovado su ideario socialdemócrata y actualizado su programa político, tras una larga temporada de reflexión sobre las causa del desastre electoral de 2011 y sobre las demandas de una sociedad deprimida y enfurecida contra los causantes del desastre, los bancos, los corruptos, en definitiva, los políticos.
Sin embargo, ante la amenazante entrada en vigor de una ley como la LOMCE ─segregadora, contraria a la escuela pública, displicente con el profesorado, mercantilizadota, instructivista, adoctrinadora, indiferente a la formación cívico-política─ resulta muy conveniente leer y reflexionar las propuestas que el  principal partido de la oposición ha hecho públicas. Es buena ocasión ésta para negar el eslogan de que “el PP y el PSOE la misma m. es”. Lo que propone el partido socialista en materia educativa nada tiene que ver con el ideario y los objetivos de la LOMCE. Más bien los postulados y propósitos aprobados en la Conferencia Política socialista suponen una enmienda a la totalidad de la Ley educativa de los populares.
El concepto de educación y de la calidad de un sistema educativo, la escuela pública frente a la escuela privada concertada, la ampliación de la escolaridad desde el primer ciclo de la educación infantil, la afirmación de la educación laica, la formación inicial de los profesores (el MIR docente) , la evaluación al servicio de la clasificación y de la competitividad, la dirección y gobierno de los centros, etc. son temas cruciales sobre los que la Conferencia se pronuncia claramente (piénsese en la enunciada denuncia de los Acuerdos con la Santa Sede de 1979 a propósito de la laicidad) y de los que nos ocuparemos monográficamente en comentarios posteriores.
No se puede negar que entre el PP (partido en el que está toda la derecha, desde la más o menos centrada hasta la extrema) y el PSOE (desde el centro a la izquierda relativamente radical) existe una zona de solapamiento, pero de ahí a concluir reductoramente que ambos partidos, como todos políticos, son iguales es una falsedad que favorece a los intereses de los poderosos y que, por ende, al PP no sólo no le molesta, sino que está muy a favor de su propagación. Si la mayoría de los trabajadores, empobrecida y decepcionada con “los suyos”, se retira de la política por ser una mala política, la minoría voraz y envalentonada todavía hará una política peor. Es la misma advertencia que el gran Antonio Machado hacía a los jóvenes en su Juan de Mairena.

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